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Debemos tener cuidado a la hora de contratar alquileres de vivienda, especialmente en los pagos por adelantado.
Vamos a darte una serie de consejos prácticos para que reduzcas al máximo el riesgo de ser objeto de engaño en un alquiler vacacional.
Estos los puedes ver en farolas, periódicos, tablones de lugares públicos, etc. En estos soportes no quedan rastro del autor, apareciendo solo un reclamo y un teléfono móvil.
En las que no se pueda identificar bien al propietario y en donde no puedas cerciorarte de la antigüedad del propietario en la página web, no merece la pena confiar.
Esto le da credibilidad en el tiempo. Estas webs tienen un equipo de agentes a los que es posible contactar cuando hay dudas sobre el propietario y en caso de que haya problemas pueden echarlo de su plataforma.
El objetivo del timador no es otro que poder sacar dinero, por lo que la mayor urgencia va a ser cobrar la renta del alquiler, mejor si es totalmente, antes de que se llegue el día del check-in. Lo normal es exigir una señal como reserva, pero no todo el importe del alquiler y menos aún antes de ocupar la propiedad. Por todo ello lo mejor es no entregar grandes cantidades de dinero.Si hablamos del pago, lo mejor es huir de cualquier método que no sea la transferencia bancaria a un número de cuenta de una entidad que tenga reconocimiento. Hay que ser precavidos, especialmente cuando la oficina en la que está abierta la cuenta no esté en la misma provincia en la que reside el propietario. En el caso de la tarjeta de crédito es más sencillo echar atrás la operación, por lo que cada vez hay más particulares que optan por esta fórmula.
Los alquileres turísticos se han ido moviendo tradicionalmente en una serie de vacíos legales. Muchos de ellos han seguido sin declararse a Hacienda, favoreciendo la desprotección. Cuando existe un intermediario profesional, existe más confianza y transferencia, pues existe la opción de poder bloquear la entrega del dinero hasta que el cliente no ponga pie en el apartamento, compruebe que todo es correcto y se corresponda con lo prometido.
Las autoridades como la Guardia Civil, mediante la Oficina de Delitos Telemáticos, como la Policía, mediante la Brigada de Investigación Tecnológica, trabajan diariamente para erradicar estos y otros delitos que se cometen en la Red. Cuando hay una sospecha de estafa que se convierte en realidad, debemos acudir a la comisaría más próxima y denunciar el caso para que se lleven a cabo las diligencias oportunas. Si el proceso judicial llega a buen término, es muy posible que se imponga multa y el estafador también deberá pagar una indemnización.